Ruta Albergue Juvenil - Pico del Veleta en Invierno.

... CON UNA EXPERIENCIA MÁS EN MI MENTE ...

... Y UNA MONTAÑA MÁS EN MI CORAZÓN ...

... CON OTRO SUEÑO CUMPLIDO ...

Sierra Nevada es un macizo montañoso perteneciente al conjunto de las Béticas, concretamente a los sistemas Penibéticos. Está situada en Andalucía, España, extendiéndose por la zona centro-sureste de la provincia de Granada y parte del suroeste de la provincia de Almería. En 1986 fue declarada «Reserva de la Biosfera» por la Unesco y en 1999 gran parte de su territorio fue declarado Parque Nacional por sus valores botánicos, paisajísticos y naturales. El Veleta es, con una altitud de 3.395,68 msnm, la cuarta cumbre más alta de España y segunda de su cordillera por detrás del Mulhacén 3.482 msnm. El Albergue Juvenil está situado a unos 2400 metros del nivel del mar, justo el último lugar donde se puede dejar el vehículo, empecé a caminar sobre las 10 de la mañana (sí, muy tarde pero no es fácil dejar a mi perro sólo) y llegué a mi coche sobre las 3 de la tarde, unas 5 horas sin paradas, unos 14 kilómetros, ida y vuelta. El único problema a destacar ha sido que al colocarme los crampones, me quité los guantes, aproveché para realizar fotos, hubo un momento en que no podía volver a sacarlos de la mochila para ponérmelos, tenía la suficiente sensibilidad para maniobrar con las manos. Doy gracias a la vida por esta maravillosa oportunidad y ojalá sea el comienzo de una larga relación con la nieve.

En vez de salir desde el Albergue Universitario, comencé desde el A. Juvenil y el recorrido fue un poco más largo y más desnivel, unos 1000 mtrs.

La Aventura nos recuerda que el tiempo no sólo se mide en longitud sino en intensidad, en profundidad, en emociones. Que es más importante la forma en que vivimos que la los años vividos pues, como escribió el explorador francés Paul Emilé Victor, “la aventura es la única forma de robarle tiempo a la muerte”. Por eso ya estoy pensando en partir de nuevo. Sin destino ni rumbo fijo, a cualquiera de esos lugares donde, como dijo uno de los pioneros de la Antártida, “puede sentirse el alma desnuda del hombre”. En definitiva, a ser vagabundos del mundo o, como bien dijo Cortazar, -que acuñó una nueva y hermosa palabra en castellano- en ser VAGAMUNDO. Lo soy porque hace tiempo que comprendí que más que encontrar respuestas el sentido de la vida reside en hacerse preguntas, en una búsqueda permanente de lo que nos rodea y de nosotros mismos.

Llegué sobre las 9:30 y el termómetro del coche marcaba -3,5º pero en zonas donde no daba el sol hacia hasta -5º.

Monumento a la Virgen de las Nieves, patrona de Sierra Nevada, en la parte de arriba escultura en aluminio

El Sol y el desnivel siempre de frente.

En algunos lugares se hundía el pié hasta la rodilla.

Es mejor no mirar hacia atrás.

Se puede apreciar el suelo totalmente de hielo. Imposible ascender sin crampones.

Se me olvidaron en mi casa los bastones, y la subida es realmente fuerte, más incluso por una zona denominado "posiciones del Veleta".

Me encontré unos muchachos que pretendian bajar al barranco San Juan, a mi espalda, rapelando, aproveche para que me hicieran una foto.

Impresionantes los vertiginosos tajos que perfilan las caras del Veleta aunque no salen en la foto, queda a la derecha. Pero si sale el Mulhacén y Alcazaba.

Un amigo que me encontré subiendo con esquís.

Preciosa la silueta del Veleta. Más conocida como "Picachu".

Vistas desde la cima hacia el Sur.

Más a la derecha el Elorrieta y Tajos de la Virgen.

El refugio que hay en la cima, congelado literalmente.

Una más de los monstruos Mulhacén y Alcazaba.

Vértice geodésico, sito a 3.395 m.s.n.m. Tan cerca del cielo, tan lejos de ellos.

En la cima me encontré un paisano mio de Marbella, un tipo muy majo, que se estaba preparando para ir en pocas semanas al Aconcagua, bajamos charlando.

Una sensación que nunca se me olvidara es cuando vas caminando solo y el único sonido que oyes es la nieve y el hielo romperse a tus pies.

A sido una experiencia bonita, todo el material ha ido bien, excepto que se me olvidaron las polainas y me entraron un poco de nieve por la bota.