Miguel Indurain cumple 48 años de edad.

"No quiero cambiar, me gusta cómo soy, he llegado muy alto y estoy a gusto con mi vida, pero nunca me he sentido superior a nadie". Miguel Indurain.

Miguel Indurain Larraya nació en Villava (Navarra) el 16 de Julio de 1964. Fue ganador del Tour de Francia durante cinco años consecutivos, del Giro de Italia en dos ocasiones, campeón del Mundo en Contrarreloj, campeón Olímpico en Contrarreloj, poseedor del récord de la hora y premio Príncipe de Asturias de los Deportes entre otros muchos hitos. Miguel Indurain pasó a llamarse Miguelón para toda España el 19 de julio de 1991. Una exhibición en la etapa reina del Tour de Francia, 232 kilómetros que unían Jaca y Val Louron, vestía al corredor de Banesto con el maillot amarillo e iniciaba un reinado que duraría un lustro. El deporte español tenía un nuevo ídolo. Este fue el día que empezó todo.

Con Chiappucci el día que consiguió vestirse por primera vez de amarillo en el Tour de Francia.

Crónica del día:
El 19 de julio, con la primera etapa de alta montaña de la ronda gala de 1991, iba a hablar la carretera. La etapa reina coronaba Pourtalet, Aubisque, Tourmalet, Aspin y Val Louron. Puertos de montaña míticos del Tour. Subiendo el Aubisque, a más de 130 kilómetros de meta, Gianni Bugno aceleraba y hacía una selección entre los más fuertes. Algo anda mal en Banesto. Perico Delgado sufre y cierra el grupo de favoritos. Delgado consigue coronar Aubisque con los más grandes. Bugno, Lemond, actual campeón del Tour, ‘El Diablo’ Chiapucci, segundo en la edición anterior, Fignon, Mottet y el maillot amarillo Luc Leblanc ruedan entre los elegidos. Están todos los grandes del pelotón mundial.

Los mejores ciclistas del mundo empiezan a subir el Col du Tourmalet. Un paso montañoso con 101 años de historia en la ronda gala. Tourmalet es una expresión francesa que significa camino de mal retorno y, curiosamente, aquí iniciaría Miguel Indurain su ruta hacia el éxito. Un ‘Diablo’ endurece la carrera. El italiano del Carrera Claudio Chiapucci, segundo clasificado el año anterior, pone un ritmo infernal en la subida y los más grandes sufren. Perico Delgado revienta y pierde el contacto con los favoritos. Jose Miguel Echavarri, director de Banesto, decide aguantar con Miguel Indurain delante. Ya en el Tour de 1990 había notado que el de Villaba sería un corredor importante en las grandes vueltas y puede que este año sea el suyo.

El calor es asfixiante y el ritmo de Chiapucci hace mella en Greg Lemond, el gran favorito para ganar aquel Tour. El corredor estadounidense dice basta y los franceses Luc Leblanc, maillot amarillo y Laurent Fignon se retuercen en la cola del grupo y terminan por acompañarle. Nadie se había fijado en Indurain pero el navarro está atento a la escabechina. Siempre con gorra, sentado y con ese ágil pedaleo, Miguel se lanza en un descenso kamikaze por el Tourmalet. Desde sus 2.115 metros de altura busca su primer hachazo en una general del Tour. Quedan 60 kilómetros a meta y Aspin y Val Louron por delante.

Indurain decide regular fuerzas, por detrás Claudio Chiapucci no ha esperado más y también ha atacado. Es el momento de buscar un pacto con el diablo para llegar juntos a meta. El líder del Carrera iba a hacer casi toda la subida al Aspin y la llegada a Val Louron. Los relevos de Indurain eran muy fuertes y el pacto con Chiapucci parecía claro. Chiapucci levantaba los brazos como vencedor en meta y, a su espalda, Miguelón alzaba el puño como nuevo maillot amarillo del Tour de Francia. El mejor escalador del momento había pactado con uno de los mejores ciclistas de la historia sin saberlo. ‘El Diablo’ fue testigo del primer día de Miguelón, que reinaría en el ciclismo de aquí hasta el año de su retirada en 1996.