Travesía por Región Engadin a 3.000 metros.

La vida como toda obra de arte necesita que uno se detenga frente a ella, necesita ser contemplada, escuchada; también ella quiere decirse, contarse, pero a su ritmo, al ritmo de la lentitud con la que crece todo lo que creciendo también madura.
En la medida en que se la mira, en que nos detenemos, la vida, las cosas, entregan sus matices, los detalles de los que todo, grande o pequeño, está hecho. Los detalles que hacen diferente un rostro de otro, una vida de otra vida. Lo que hace que nada sea igual, lo que hace que todo sea diferente, que nada sea indiferente... Morar, demorarse en la vida, es morar cada paso, estar allí, viviéndolo. No implica inmovilidad, implica morar en lo que uno está, caminar en la vida y no solo correr tras la historia.
En esta ocación he viajado a la región baja de Engain, donde hace frontera con Austria e Italia. He realizado una simple pero preciosa travesía de dos días por los picos Piz d'Immez, Piz Lischana y Piz Arina, todos ellos sobrepasan los 3.000 metros. He aprovechado para visitar pequeños pueblos como Sur En, Ramosch o Scuol y el espectacular sendero en la roca del acantilado Val d'Uina Schlucht.
El hermoso paisaje de lagos y montañas de la Alta Engadina ofrece un marco impresionante para abundantes excursiones de ensueño, el romanche es la lengua principal de la zona.
Fue espectacular ver las hogueras encendidas por todos los picos de mi alrededor en la fiesta nacional Suiza, El 1 de agosto, cada comuna suiza organiza a la caída de la noche, hogueras, desfiles de farolillos y fuegos artificiales. Las hogueras evocan las señales usadas anteriormente como un medio visual de transmisión.

Una región tranquila donde se puede disfrutar de la montaña.

Fiesta Nacional Suiza, incienden una hoguera en los picos.

Puente de madera sobre un río.

Comentarios