El Viaje: De Suiza a España en bicicleta.
"Tu no tienes que entenderme, yo solo pido que leas y entiendas en este mundo que yo vivo."
Lo que tendría que ser una entrada estelar en el blog, a medida de lo que ha significado el viaje en mi interior, tengo la sensación al escribir estas primeras lineas que se va a quedar en algo más discreto y desolado. Personalmente mi rendimiento "artístico" depende mucho de mi estado emocional, el cual en estos momentos no se encuentra en su mejor momento. Hace más de una semana que he vuelto a mi "casa", están siendo unos días un poco extraños, siendo egoísta diría que difícil, volver a vivir en sociedad no lo llevo muy bien, echo de menos jugar a ser autónomo allí donde no hace falta, es difícil de explicar pero a mí me gusta así. Cruzar carreteras y pueblos para volver a subir y pernoctar en las montañas. Dejar atrás el olor a comida "de verdad" y subir otra vez para acabar calentando un poco de agua y re-hidratar un puñado de macarrones, hacer malavares para administrar el agua en usos cotidianos como higiene personal o limpieza de los utensilios de cocina. Mi objetivo en la naturaleza es y será sentirme parte de ella.
Esa es la vida que añoro, en cambio, y aunque no puedo quejarme, dispongo de un vehículo y propietario de una hipoteca. Añoro las conversaciones conmigo mismo, al igual que poder disfrutar de un buen libro con unas preciosas vistas en la naturaleza, me encantaba convivir con el silencio, realmente aprendes a valorarlo. Son sensaciones tan simples, que no le damos prioridad en nuestra escalada, así que sin saber explicarlo, no tengo tiempo para ello, es curioso, aun estando en el paro, esa forma de pasar el tiempo ya no tiene cavidad en un mundo donde la gente habla mucho sin saber de que, tienen la televisión encendida sin mirarla o se reunen sin nada que compartir. Esta sociedad te atrapa, cuando intento luchar, me crea un desconcierto para interpretar la realidad en la que vivo. Aunque intento mantenerme al margen, al desacerme de la televisión, o no disponer de conexión a Internet, no consigo vivir a mi manera, siempre entran en mi circulo social temas y "actividades" que para mi han dejado de ser importantes. Yo ya no soy el que era, evidentemente, la gente eso no lo sabe, así que no me encuentro cómodo viviendo en sociedad, mejor dicho, en esta sociedad. Yo he aprendido que no soy mi trabajo, no soy mi cuenta corriente, no soy el coche que tengo, no soy el contenido de mi cartera, no soy mis pantalones… soy lo que he vivido, lo que he experimentado.
Ahora que ya no vivo aislado y despreocupado, pensando donde dormiré y si habrá agua, los problemas de España, también me afectan. La crisis se palpa en el rostro de las personas, no son solo cifras, son cambio de personalidad, son vidas con nombres propios. Personalmente, y aunque intento no darle importancia, me está afectando bastante, la vida salvaje quedó atrás, ahora hay que afrontar, el que parece ser, una de las montañas mas dura a las que nos enfrentaremos, la crisis. Es el momento de tomar decisiones morales, vivir o sobrevivir. ¿Cómo se retoma el hilo de toda una vida? ¿Cómo seguir adelante? cuando en tu corazón empiezas a entender que no hay regreso posible, que hay cosas que el tiempo no puede enmendar, aquellas que se sienten muy adentro, te dejaron una cicatriz y no te dejan ver la vida con los mismos ojos.
Siempre he pensado que somos esclavos del consumismo, compramos cosas para llenar el vació que nos provoca el trabajo, de hecho pienso que desempeñamos trabajos que odiamos para comprar cosas que no le damos uso o simplemente no necesitamos. Cuando conseguí librarme de ese pensamiento superficial que me producía un gran peso emocional, empecé a sentirme más libre, mi mente empezó a volar con viajes, soñaba con alcanzar lugares inimaginables, a desempeñar actividades en la naturaleza, sin tapujos ni mentiras, libre y ligero. Cuando trabajas duro, tu estado de forma mejora y con el llega la confianza, la fe en ti, que es la mejor y la más fiable. Y entonces ya no conoces limites, pero como ocurre con el trabajo y el consumo que van unidos, empiezo a pensar que soy esclavo de mis sueños. Unos sueños, que al principio y con esfuerzo estoy cumpliendo, pero que poco a poco resultan muy exigentes o incluso inalcanzables. Para terminar diré que fui un tipo bastante raro, ahora soy bastante normal. De lo que soy, lo que fui o lo que pude ser, de lo que quiero o de lo que me imagino, es de lo que vivo.
Supuestamente el post iba sobre el viaje en bicicleta desde Suiza a España, así que para no quedar como mentiroso, voy a hablar un poco sobre él. He comenzado en la ciudad de Zurich, lo que venia siendo, mi campo base, sin mapas o guias en mis mochilas, sólo un pequeño estudio del Camino a Santiago que transcurre por Suiza hacia Francia pasando por Ginebra y los ríos más grandes que pasaban por Francia y desembocaban en el Mar Mediterraneo. Lo que más aprecio cuando emprendo un viaje, es otorgarme el permiso de "sorprenderme" en el camino, tomar las rutas que deseo en el momento y dejarme llevar por una cierta intuición. Allí donde me dirijo, algo bueno está por sucederme.
Desde Zurich me dirigí hasta Rapperswil, una preciosa villa medieval a orillas del lago de Zurich con su imponente castillo donde hay una señal "oficial" del Camino a Santiago que había visto en otra visita. Tras cruzar el lago de Zurich por un puente antiguo de madera, el más largo de Europa, una larga pasarela de madera hacia lo desconocido, rehabilitada por la comuna local en el año 2001, respetando el trazado de un puente similar que desde hace más 600 años conducía peregrinos a la lejana, desde aquí, Santiago de Compostela, me dispuse a subir hasta los 900 metros de altitud para llegar Einsiedeln, cuna de la peregrinación católica, con su imponente Basílica, conocida por su Virgen Negra. Tras pasar por Alpthal y Brunni comienza una dura subida hasta el paso Haggenegg a más de 1.400 metros de altitud por un sendero que a su vez da acceso a la espectacular montaña Grosser Mythen, de unos 1.900 metros, donde tuve que empujar la bicicleta en varias ocasiones. Las vistas desde arriba son expectaculares, la bajada al nuevo valle no era menos, abajo me esperaba la localidad de Brunnen en un placentero terreno llano hasta la orillas del lago de Luzern, donde cogí un barco para cruzar a la otra orilla, concretamente a Treib. Donde acampe a orilla del lago cuando la noche se me estaba echando en cima. Un baño rápido, preparar la comida deshidratada y descansar es lo que será la tónica al final de cada jornada. Al día siguiente, dura subida a Seelisberg, por donde transcurre el Camino a Santiago, es donde me doy cuenta que es un error seguir con este trayecto, compuesto por senderos no cicables, y muy duros. Donde en algunos tramos, tengo que dar varios viajes para mover, el equipaje y las mochilas. Una vez arriba, tras descansar, enlacé con una carretera que se dirigía a la localidad de Stans, allí descubrí que pasaba una de las Rutas Nacionales Oficial, la número 9, que transcurre por los ríos y lagos de Suiza. Transcurre por localidades como Sarnen, Brienz, Axalp, pasando por el espectacular paso de Brüning a 1.000 metros de altitud donde se tienen una increibles vistas al Eiger, Mönch y Junfrau para llegar a la turística localidad de Interlaken. El mal tiempo ya se ha acomodado y practicamente me acompañara durante todo el viaje, como no me deja disfrutar de las vistas, prosigo hasta Spiez y Thun, preciosas localidades con castillos, donde cambio de ruta y cojo la número 4, nominada Panoramica Ruta, que pasa por Schwarzenburg, Fribourg y Bulle, fantásticas ciudades mediavales. En esta última localidad volví a cambiarme a la ruta número 9, para ir a Vevey, Lausanne, Nyon y Géneve.
Aquí termina Suiza (6 días) y empieza Francia (10 días), para terminar en España (1 día). Después de Ginebra me dirigí ha Chamonix, un sueño echo realidad, entrar por sus calles en bicicleta, ni la lluvia pudo quitar la sonrisa en mi rostro. Para continuar por Annecy, y paralelo al Río Fier llegar a Chambery, donde enlace con el Río Isére pasando por Grenoble y Valence, donde me uní al Río Le Rhône, que espectacularmente me llevo hasta el Mediterraneo, pasando por Orange, Avignon o Nîmes. El lugar donde "desemboque" en el Mar, fue cerca de la población Les Saintes Maries de la Mer, en el Parque Natural Regional de Comargue. Continue por la costa pasando por Montpelier, Séte, Agde o Narbonne, donde el tráfico no me dejó disfrutar del recorrido. Los últimos días fueron una autentica tormenta de agua y viento, sin refugio alguno, paralelo a la costa, fueron muchos los pueblos dejados atrás, la última localidad Francesa fue Cerbére, y la primera Española Portbou.
Camino de Figueres, tuve un accidente, el cual, me dejo tocado, rodilla molida, ceja y portabultos partidos y moral por los suelos, fueron momentos de angustia, donde decidí dar por finalizado el viaje, traslado en tren a Barcelona y Bus para Málaga, 16 horas de viaje, tremendo.
Todo lo escrito en esta entrada ha sido un resumen de un libro que estoy escribiendo, así que doy por terminado el post, primero porque me encuentro en un cyber, llevo 1,65€, dos horas escribiendo y segundo porque tengo grandes "aspiraciones" por el libro. Gracias por el tiempo dedicado.
- LAS CUARENTA FOTOS SELECCIONADAS ENTRE MÁS DE MIL:
Lo que tendría que ser una entrada estelar en el blog, a medida de lo que ha significado el viaje en mi interior, tengo la sensación al escribir estas primeras lineas que se va a quedar en algo más discreto y desolado. Personalmente mi rendimiento "artístico" depende mucho de mi estado emocional, el cual en estos momentos no se encuentra en su mejor momento. Hace más de una semana que he vuelto a mi "casa", están siendo unos días un poco extraños, siendo egoísta diría que difícil, volver a vivir en sociedad no lo llevo muy bien, echo de menos jugar a ser autónomo allí donde no hace falta, es difícil de explicar pero a mí me gusta así. Cruzar carreteras y pueblos para volver a subir y pernoctar en las montañas. Dejar atrás el olor a comida "de verdad" y subir otra vez para acabar calentando un poco de agua y re-hidratar un puñado de macarrones, hacer malavares para administrar el agua en usos cotidianos como higiene personal o limpieza de los utensilios de cocina. Mi objetivo en la naturaleza es y será sentirme parte de ella.
Esa es la vida que añoro, en cambio, y aunque no puedo quejarme, dispongo de un vehículo y propietario de una hipoteca. Añoro las conversaciones conmigo mismo, al igual que poder disfrutar de un buen libro con unas preciosas vistas en la naturaleza, me encantaba convivir con el silencio, realmente aprendes a valorarlo. Son sensaciones tan simples, que no le damos prioridad en nuestra escalada, así que sin saber explicarlo, no tengo tiempo para ello, es curioso, aun estando en el paro, esa forma de pasar el tiempo ya no tiene cavidad en un mundo donde la gente habla mucho sin saber de que, tienen la televisión encendida sin mirarla o se reunen sin nada que compartir. Esta sociedad te atrapa, cuando intento luchar, me crea un desconcierto para interpretar la realidad en la que vivo. Aunque intento mantenerme al margen, al desacerme de la televisión, o no disponer de conexión a Internet, no consigo vivir a mi manera, siempre entran en mi circulo social temas y "actividades" que para mi han dejado de ser importantes. Yo ya no soy el que era, evidentemente, la gente eso no lo sabe, así que no me encuentro cómodo viviendo en sociedad, mejor dicho, en esta sociedad. Yo he aprendido que no soy mi trabajo, no soy mi cuenta corriente, no soy el coche que tengo, no soy el contenido de mi cartera, no soy mis pantalones… soy lo que he vivido, lo que he experimentado.
Ahora que ya no vivo aislado y despreocupado, pensando donde dormiré y si habrá agua, los problemas de España, también me afectan. La crisis se palpa en el rostro de las personas, no son solo cifras, son cambio de personalidad, son vidas con nombres propios. Personalmente, y aunque intento no darle importancia, me está afectando bastante, la vida salvaje quedó atrás, ahora hay que afrontar, el que parece ser, una de las montañas mas dura a las que nos enfrentaremos, la crisis. Es el momento de tomar decisiones morales, vivir o sobrevivir. ¿Cómo se retoma el hilo de toda una vida? ¿Cómo seguir adelante? cuando en tu corazón empiezas a entender que no hay regreso posible, que hay cosas que el tiempo no puede enmendar, aquellas que se sienten muy adentro, te dejaron una cicatriz y no te dejan ver la vida con los mismos ojos.
Siempre he pensado que somos esclavos del consumismo, compramos cosas para llenar el vació que nos provoca el trabajo, de hecho pienso que desempeñamos trabajos que odiamos para comprar cosas que no le damos uso o simplemente no necesitamos. Cuando conseguí librarme de ese pensamiento superficial que me producía un gran peso emocional, empecé a sentirme más libre, mi mente empezó a volar con viajes, soñaba con alcanzar lugares inimaginables, a desempeñar actividades en la naturaleza, sin tapujos ni mentiras, libre y ligero. Cuando trabajas duro, tu estado de forma mejora y con el llega la confianza, la fe en ti, que es la mejor y la más fiable. Y entonces ya no conoces limites, pero como ocurre con el trabajo y el consumo que van unidos, empiezo a pensar que soy esclavo de mis sueños. Unos sueños, que al principio y con esfuerzo estoy cumpliendo, pero que poco a poco resultan muy exigentes o incluso inalcanzables. Para terminar diré que fui un tipo bastante raro, ahora soy bastante normal. De lo que soy, lo que fui o lo que pude ser, de lo que quiero o de lo que me imagino, es de lo que vivo.
Supuestamente el post iba sobre el viaje en bicicleta desde Suiza a España, así que para no quedar como mentiroso, voy a hablar un poco sobre él. He comenzado en la ciudad de Zurich, lo que venia siendo, mi campo base, sin mapas o guias en mis mochilas, sólo un pequeño estudio del Camino a Santiago que transcurre por Suiza hacia Francia pasando por Ginebra y los ríos más grandes que pasaban por Francia y desembocaban en el Mar Mediterraneo. Lo que más aprecio cuando emprendo un viaje, es otorgarme el permiso de "sorprenderme" en el camino, tomar las rutas que deseo en el momento y dejarme llevar por una cierta intuición. Allí donde me dirijo, algo bueno está por sucederme.
Desde Zurich me dirigí hasta Rapperswil, una preciosa villa medieval a orillas del lago de Zurich con su imponente castillo donde hay una señal "oficial" del Camino a Santiago que había visto en otra visita. Tras cruzar el lago de Zurich por un puente antiguo de madera, el más largo de Europa, una larga pasarela de madera hacia lo desconocido, rehabilitada por la comuna local en el año 2001, respetando el trazado de un puente similar que desde hace más 600 años conducía peregrinos a la lejana, desde aquí, Santiago de Compostela, me dispuse a subir hasta los 900 metros de altitud para llegar Einsiedeln, cuna de la peregrinación católica, con su imponente Basílica, conocida por su Virgen Negra. Tras pasar por Alpthal y Brunni comienza una dura subida hasta el paso Haggenegg a más de 1.400 metros de altitud por un sendero que a su vez da acceso a la espectacular montaña Grosser Mythen, de unos 1.900 metros, donde tuve que empujar la bicicleta en varias ocasiones. Las vistas desde arriba son expectaculares, la bajada al nuevo valle no era menos, abajo me esperaba la localidad de Brunnen en un placentero terreno llano hasta la orillas del lago de Luzern, donde cogí un barco para cruzar a la otra orilla, concretamente a Treib. Donde acampe a orilla del lago cuando la noche se me estaba echando en cima. Un baño rápido, preparar la comida deshidratada y descansar es lo que será la tónica al final de cada jornada. Al día siguiente, dura subida a Seelisberg, por donde transcurre el Camino a Santiago, es donde me doy cuenta que es un error seguir con este trayecto, compuesto por senderos no cicables, y muy duros. Donde en algunos tramos, tengo que dar varios viajes para mover, el equipaje y las mochilas. Una vez arriba, tras descansar, enlacé con una carretera que se dirigía a la localidad de Stans, allí descubrí que pasaba una de las Rutas Nacionales Oficial, la número 9, que transcurre por los ríos y lagos de Suiza. Transcurre por localidades como Sarnen, Brienz, Axalp, pasando por el espectacular paso de Brüning a 1.000 metros de altitud donde se tienen una increibles vistas al Eiger, Mönch y Junfrau para llegar a la turística localidad de Interlaken. El mal tiempo ya se ha acomodado y practicamente me acompañara durante todo el viaje, como no me deja disfrutar de las vistas, prosigo hasta Spiez y Thun, preciosas localidades con castillos, donde cambio de ruta y cojo la número 4, nominada Panoramica Ruta, que pasa por Schwarzenburg, Fribourg y Bulle, fantásticas ciudades mediavales. En esta última localidad volví a cambiarme a la ruta número 9, para ir a Vevey, Lausanne, Nyon y Géneve.
Aquí termina Suiza (6 días) y empieza Francia (10 días), para terminar en España (1 día). Después de Ginebra me dirigí ha Chamonix, un sueño echo realidad, entrar por sus calles en bicicleta, ni la lluvia pudo quitar la sonrisa en mi rostro. Para continuar por Annecy, y paralelo al Río Fier llegar a Chambery, donde enlace con el Río Isére pasando por Grenoble y Valence, donde me uní al Río Le Rhône, que espectacularmente me llevo hasta el Mediterraneo, pasando por Orange, Avignon o Nîmes. El lugar donde "desemboque" en el Mar, fue cerca de la población Les Saintes Maries de la Mer, en el Parque Natural Regional de Comargue. Continue por la costa pasando por Montpelier, Séte, Agde o Narbonne, donde el tráfico no me dejó disfrutar del recorrido. Los últimos días fueron una autentica tormenta de agua y viento, sin refugio alguno, paralelo a la costa, fueron muchos los pueblos dejados atrás, la última localidad Francesa fue Cerbére, y la primera Española Portbou.
Camino de Figueres, tuve un accidente, el cual, me dejo tocado, rodilla molida, ceja y portabultos partidos y moral por los suelos, fueron momentos de angustia, donde decidí dar por finalizado el viaje, traslado en tren a Barcelona y Bus para Málaga, 16 horas de viaje, tremendo.
Todo lo escrito en esta entrada ha sido un resumen de un libro que estoy escribiendo, así que doy por terminado el post, primero porque me encuentro en un cyber, llevo 1,65€, dos horas escribiendo y segundo porque tengo grandes "aspiraciones" por el libro. Gracias por el tiempo dedicado.
- LAS CUARENTA FOTOS SELECCIONADAS ENTRE MÁS DE MIL:
Rapperswil. |
Basílica de Einsiedeln. |
Subiendo hacia Brunni. |
Camino a Steinen. |
Lago de Luzern desde Brunnen. |
Lago de Luzern desde Treib. |
Camino de Stans. |
Vistas de Eiger, Jungfrau y Mönch. |
Lago de Sarnen. |
Vistas desde Brünigpass. |
Lago de Brienz. |
Vistas desde mi tienda a Brienzsee. |
Aareschlucht grutas. |
Camino de Interlaken. |
Spiez. |
Fribourg. |
Vevey y Montreux. |
Lago Leman. |
Mont-Blanc. |
Mont-Blanc. |
Camino de Chamonix. |
Chamonix. |
Chamonix. |
Lago de Annecy. |
Lago de Chambery. |
Annecy. |
Lago de Chambery. |
Lago de Chambery. |
Lago de Chambery. |
Camino de Grenoble. |
Paralelo al río Isère. |
Camino de Valence por el río Isère. |
Romans. |
Barco en el río Ródano. |
Camino de Avignon. |
El Mediterraneo. |
Camino de Montpelier. |
Camino de Séte. |
Camino de España. |
Canales del río Ródano desembocando en el mar. |
me puedes mandar un mail con tu mail para hacerte unas preguntas?
ResponderEliminarel mio
nachopinedaene@gmail.com
gracias
Excelente ruta...sigue salvaje biker!!
ResponderEliminarEn Verano, si la vida nos lo permite, haremos otra rutilla wapa!! Saludos!
ResponderEliminarUn viaje en bicicleta requiere equipaciones adecuadas, como un maillot cómodo y transpirable. Te mantendrá fresco durante largos trayectos y evitará rozaduras. ¡Preparado para vivir una aventura sobre dos ruedas!
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