“Quien nunca está solo no conoce la alegría de la soledad… Si percibo
conscientemente mi soledad, puedo también disfrutar de ella. Depende de
la perspectiva, puedo lamentarme de que nadie esta a mi lado, pero puedo
alegrarme de que ahora nadie me moleste, nadie quiere nada de mi, nadie
tira de mi, ni me exige. Cuando veo mi situación de ese modo me siento
libre, entonces pudo disfrutar del silencio y la paz que viene de dicho
silencio y que me envuelve”. Libro de los Valores de Ansel Grüm.
La soledad nunca fue socialmente bien vista, de hecho, es incluso
censurada. Especielamente si es el caso de una persona que “desea
estarlo”; puede ser considerada directamente antisocial, ya ves el daño que ha echo ciertos programas de televisión.
La gente tiende a confundir la soledad efectiva, que incluso
puede ser muy creativa, con el hecho de “sentirse” solo. En estos últimos años de mi vida he experimentado lo que es sentirse realmente solo, pero por suerte, un sentimiento muy diferente al que siento en la actualidad cuando estoy solo.
Cuando se toma con el animo correcto, la soledad hace renacer los deseos de explorar, la curiosidad
por lo desconocido y el ansia de libertad. Brindarse momentos de
soledad es imprescindible para ganar ese espacio de reflexión creativa
que a veces en la vida social y compartida se torna imposible. El Dr. Peter
Suedfeld catedrático de la Universidad de Columbia, sostiene que
“estamos muy sometidos a una estimulación crónica-social y física, y eso
nos hace funcionar a niveles de estimulación superiores a los que
corresponden a nuestra evolución”. Se refiere a este mundo de telefonía
celular, Internet, bombardeo publicitario y televisión donde cuesta hallar un momento para estar
“con uno mismo”.
La ruta que me trae al blog esta vez esta realizada en bicicleta, estos días ha nevado bastante, la cota de nieve estaba baja, así que se me ocurrió subir en bicicleta a la altitud más alta posible pedaleando, haber si "pillaba" algo de nieve. Como siempre partiendo desde mi casa y haciendo la ruta circular.
He tomado el camino "fácil" por carretera hasta la localidad de Salares, dejando atrás Canillas de Aceitunos y Sedella. Luego he cogido la pista forestal a 601 metros de altitud, para dirigirme a la loma Cruz del Muerto a 924 metros de altitud, en este punto hay dos opciones, seguir la pista e indicaciones y bajar hacia Canillas de Albaida o seguir la pista forestal que se adentra en el Parque Natural Sierra Tejeda. Así que me adentro en una pista rodeada de pinares con la intención de subir a la Llanada de Sedella, punto más alto cicable, pero la cantidad de nieve y viento no me lo permitieron. Contento con la experiencia, no tuve más remedio que continuar hasta el Puerto Blanquillo y bajar con mucho cuidado para Canillas de Albaida, Cómpeta, Algarrobo y vuelta a Velez.
Como viene siendo costumbre, aquí están los datos
grabados y subidos a wikiloc.
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Gráfica de la ruta grabada en mi Garmin Legend. |
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La Maroma, saliendo desde Velez. |
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Llegando a Canillas de Acituno. |
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Pista forestal Parque Natural Sierra Tejeda. |
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Cartel Paraje Cruz del Muerto.
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Pista forestal camino de La Llanada de Sedella. |
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Puerto Blanquillo con nieve. |
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Bajada hacia Canillas Albaida con mucha nieve. |
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