Dos días por Sierra Nevada dormiendo en Refugio Poqueira.

Salgo de mi casa, como tantas otras mañanas a dar una vuelta por mi ciudad, al pasear por el parque me detengo junto a un banco para sentarme en el y observar a los jóvenes jugar al padel. A mi lado se encuentra un periódico de prensa nacional. Ojeando los titulares rimbombantes y las fotos espeluznantes me encuentro con un escrito que versa sobre deporte. Iluso de mi, decido leer la columna entera por si encuentro algún atisbo de clarividencia. El horror me invade, me quedo perplejo de la sarta de incorrecciones y barbaridades que están impresos. Cuando vuelvo a la realidad, pienso en si vivimos demasiado rápido y no tenemos tiempo de contrastar las cosas; todo se convierte en un galimatías de puzzle abstracto, pero moderno, de recortes y pegados. Todo el mundo cree que sabe o vende que sabe, ¿pero acaso no hay revisor, un filtro, un responsable? Todo esto me lleva a pensar en la de disparates que se dirán de los temas que no ignoro o desconozco, como política, salud o economía. Algunos pensaran que estoy exagerando....

Han sido unos días por Sierra Nevada muy enriquecedores, esta vez no ha sido por la actividad realizada, sino, por el grupo de personas que he tenido el placer de conocer. He partido desde la localidad de Trevelez para dar un pateo por el Valle del Río Trevélez y Siete Lagunas, como se refleja en el track guardado, mientras llegaban mis nuevos amigos. Había quedado con Francisco Ortiz de Almeria en el Refugio Poqueira, para pasar la noche en compañía de sus amigos y al día siguiente intentar hacer alguna activad interesante. Queríamos hacer la Cara Norte del Mulhacén pero las condiciones climatológicas, en este caso el viento, no nos dejó siquiera llegar al Collado del Ciervo. Las rachas de viento eran bestiales, algunos caían al suelo como si fueran golpeados. Como dicen en muchos libros, la montaña sigue ahí, así que, aprovechemos para probar la capacidad térmica de la ropa al viento y frió. He aprendido mucho de Francisco Ortiz, es un hombre con mucha experiencia y amor a las montañas, un ejemplo a seguir, si quieren saber más, solo tienen que buscarlo en google y verán todas sus expediciones, entre ellas el Pico Lenin (7.165 metros), Monte Elbruss (5.642 metros), Mont Blanc (4.810 metros), etc. La vuelta la hice por el Mirador de Trevelez y bajando por una marcada vereda que en un corto trayecto salva un desnivel de 1.220 metros, como se ve en el track.