Valoro muchas cualidades en las personas, pero soy un enamorado de una especialmente: la valentía. Me gusta la gente que se atreve, me encanta ver videos de retos imposibles, entre otras cosas, considero que es imposible ser feliz sin ser valiente, por ejemplo, tener hijos, viajar o correr. A las personas valientes nos gusta hacer muchas cosas, por supuesto al cobarde también, pero por miedo deja de hacerlas y se siente insatisfecho y frustrado. No creo en el fracaso (esta palabra no debería existir en el diccionario como tal) sino en la experiencia. Cleobulo de Lindos decía: "Si te atrae una lucecita, ¡síguela! ¿Que te conduce a un pantano? Ya saldrás de él, pero si no la sigues toda tu vida te martirizarás pensado que acaso era tu estrella". El mayor enemigo en la consecución de nuestros sueños es el miedo a fracasar, o mejor dicho, el miedo al ridículo, porque al que falla se le señala, se le intenta dejar en evidencia, ridiculizarle. Sin embargo, aceptar con naturalidad el fracaso te hace más fuerte. Hace un tiempo leí una cita de Paul-Émile Víctor: "La aventura es la forma de robarle tiempo a la muerte"; y toda aventura tiene incertidumbre, oscuridad, desiertos... montañas. No tengas miedo en gastar tu capital en viajes o actividades que no te aseguren una plena satisfacción, seguridad o te genere beneficios para el bolsillo pues nunca lo sabremos. En cualquier caso, tanto el éxito como el fracaso deberíamos tratarlos con mayor naturalidad. Dosificar la alegría de la victoria y ser condescendientes con la derrota. Ni fuegos artificiales que nos sitúen en una nube en épocas de vacas gordas, ni lloros infantiles que nos hundan en épocas de vacas flacas.
- Introducción -
Muy cerca de Marrakech, "la ciudad roja", se encuentra el poderoso macizo montañoso del Toubkal, que constituye el corazón del Alto Atlas Occidental. Aquí se elevan las más altas atalayas norteafricanas, superando los cuatromil metros en muchas de ellas, como es el caso del Toubkal, Biiguinnoussenne, Akioud, Imouzzer, Timezguida, Afella o Clocheton permaneciendo cubiertas por las nieves durante muchos meses del año. Además, con sus 2.000 Kilómetros de longitud atraviesa los países de Marruecos, Argelia y Túnez. Estas bellísimas tierras de montañas bravas llevan desde hace siglos pobladas por el pueblo Bereber. Nadie mejor que ellos conocen estas montañas a las que pertenecen indisolublemente ligados al igual que sus rocas volcánicas. Durante mucho tiempo los bereberes fueron tribus nómadas y alguno de sus grupos aún hoy nomadean por las montañas, pero la mayoría se fueron sedentarizando paulatinamente y levantaron, en los profundos valles del Atlas, aldeas y pueblos cuya armonía y belleza plástica contrasta, sin perturbarla, con la pureza del paisaje. Siguen viviendo de la agricultura y el ganado, ajenos a nuestra sociedad, además de la variedad artesanal que los turistas ofertamos. Puestos ambulante con pulseras y collares repletos de símbolos Bereber, Tuareg o Jansa son típicos encontrarlos por el camino. El recorrido por estas tierras supone una aproximación formidable a uno de los lugares más legendarios del norte de África, cuya realidad geográfica e histórica se mantiene hoy en día casi inalterada: la naturaleza viva del macizo del Toubkal y el pueblo Bereber son dignos de ser visitados. Marruecos en general es uno de esos países que te sacuden, que te golpean, que no te dejan indiferente. Por momentos es África pura, por momentos parece Asia (por sus colores, sus aromas, su vida callejera), por momentos se asemeja al imaginario colectivo que tenemos de “Arabia” y sus mil y una noches…
- Aproximación -
Para llegar hasta la localidad de Imlil, que es el pueblo con cierta infraestructura más próximo al macizo montañoso del Toubkal a 1.740 metros de altitud, he viajado de la forma más tradicional posible, intentando empaparme de las costumbres por los lugares, hasta hoy, desconocidos por los que he pasado. Lo primero fue tomar un autobus hasta Algeciras, la empresa
Portillo se encarga de este recorrido varias veces al día, por 14 euros se puede ir de Málaga hasta Algeciras muy temprano. Ha cinco minutos de la estación de autobuses de Algeciras se encuentra el puerto, hay numerosas empresas que se dedican a
cruzar el estrecho en ferry, el precio del billete es muy variado, habiendo ofertas unas horas antes de salir el barco, con la empresa Balnearia me costo 12 euros, pero como el puerto de Tanger Ciudad estaba cerrado, por el temporal, tuve que viajar hasta el puerto de Tanger Med situado a 45 kilómetros de Tanger y ha 20 de Ceuta, para el que sea primerizo, como es mi caso, dentro del barco os dan una hojita que teneis que rellenar y entregarla en el puesto de policia de aduana que se encuentra a bordo, para sellar el pasaporte, que después os lo pidirán a la salida. Tras cruzar la aduana marroquí he tomado un "Grand Taxi", o sea, un Mercedes de la serie 200 pintado en amarillo, hasta la estación de tren de Tanger, hay que tener paciencia, pues para que te cueste más barato, sobre 40 Dirham, hay que esperar ha que el taxi se llene de gente, lo que viene siendo 6 pasajeros y el conductor. El
tren nocturno que recoorre 604 kilómetros por Marruecos desde Tanger a Marrakech, pasando por Rabat, sale a las 9:35 de la noche, tenemos dos opciones, viajar en primera clase o en segunda, yo he experimentado las dos opciones, en primera clase tendremos que pagar 350 dirham y en segunda 205 dirham. La diferencia es muy poca, en primera tendremos una cabina con literas, en segunda tendremos una cabina con sofás, que si tenemos suerte, estaremos solos, pues hay muchos vagones dedicados a esta clase. Sobre las 8:05 habremos llegado a Marrakech, al salir de la estación, lo más recomendable es coger un "petit taxi", un Dacia Logan, por 30 Dirham y decirle que nos lleve a la parada de "Grand Taxi" más allá de Bab er Rob cerca del jardín Menara, yo le pedí a un marroquí que me lo escribiera en la mano y así enseñárselo al taxista, para que no haya confusión alguna. Tendremos que esperar a que el taxi se vuelva a llenar para viajar hasta Asni, que está a 64 kilómetros por la carretera S-501 que une esta ciudad con Toraudant, por la mañana es más rápido que se llene y por 30 Dirham, volveremos a viajar en un "Grand Taxi" con seis personas más, no te preocupes por los bultos, pues van equipados con cuerdas para amarrar el maletero, tampoco te preocupes por la forma de conducir, yo he pasado más miedo que en las montañas, pero se nota que están acostumbrados. Este viaje sirve de introducción a los bellos paisajes que irán apareciendo por el camino. Durante el recorrido se observan descriptivas pinceladas de la arquitectura típica de la región y de la vida tradicional de los/as bereberes que aquí habitan. Una vez en Asni, podemos comer y comprar cosas en el mercado de la plaza mientras esperamos a que nuevamente se llene de pasajeros un "Grand Taxi" hasta Imlil, por 15 dirham, habremos llegado al final del recorrido a cuatros ruedas y punto de comienzo de la ruta a pie. Imlil, debido a su tradición montañera por ser el punto de partida hacia la cumbre del Toubkal, se ha convertido en una especie de Chamonix marroquí, dispone de asociación de guias, tiendas de alquiler de material, mulas, arrieros, cocineros, hoteles y tiendas para comprar provisiones. El paisaje es sorprendente pues aquí se mezcla la calidez de las tierras áridas y rojizas con los fondos nevados y fríos de sus montañas.
- Experiencia -
Para este tipo de viaje, hay que tener mucha paciencia, no solo por la incertidumbre en la variedad de transportes que debemos tomar, sino por el lugar al que nos dirigimos. Debemos ser consciente de que para ellos somos turistas, y como todo turista, viajamos para gastar, aunque vayamos con un mochilon colgado en la espalda y un bocadillo en la mano. Siempre intentarán timarnos, pero no hay que tomárselo a mal, es divertido entrar en el juego del regateo, recuerda que siempre tendremos la sartén por el mango, pues tenemos el dinero pero no hace falta ofenderlos, ellos siempre bajan el precio hasta el punto de no tener perdida, sobre el 30% de lo que te ofrecierón al principio. Cuando quieren venderte algo, te invitan a tomar Té, lo consideran una forma de ser amigo, para hacerte precio de "amigo". Siempre que bajes del tren o del barco, te acosarán los taxistas ofreciéndote destino, no te agobies, es parte de esta cultura. Si vas a pasear por las calles de Marrakech o Tanger, ten cuidado con el tráfico, pues es caótico y denso, a veces, cruzar de acera es todo un reto. En Tanger los taxis, el billete de barco y algunas tiendas aceptan el euro, pero siempre perderemos en el redondeo, ellos toman como bueno 10 Dirham por 1 Euro, si lo cambiamos en el puerto, sale a 10,8 Dirham por Euro. Lo mejor es ir con el dinero cambiado, ya que a partir de Marrakech no se puede cambiar. En Marruecos hay infinidad de forma de gastar dinero y colaborar con la economía de estos pequeños pueblos, el que pueda o quiera es recomendable contratar una mula para transportar las cosas, un cocinero, dormir en alguna casa de los lugareños o comprar bisutería echa allí. Me ha sorprendido mucho la pobreza que tenemos a tan pocos kilómetros de nuestra burbuja. Si queremos colaborar con ellos, podemos llevar ropa que no usemos e intercambiarla por cosas tradicionales, ellos mismos te ofrecen el trueque. Ha habido varias cosas que no me han gustado nada, y para ser justos, tengo que decirlas, una de ellas ha sido que la persona que estaba en el mostrador de la estación de tren de Tanger, al pagar el billete, giré la cabeza y me quitó 50 Dirham, me sentí indefenso, pues no querian entenderme. La otra ha sido la estancia en el Refugio, demasiada gente, no habia espacio individual donde preparar la mochila, ronquidos, ruidos... todo lo contrario de lo que espero cuando voy a la montaña, eso sin contar la noche que tuve que vivaquear al lado del Refugio Lepiney porque se encontraba cerrado.
Por último voy a hablar del idioma, se hablan varios, como idiomas oficiales en Marruecos, tenemos el árabe y el francés. Esto quiere decir que en cualquier oficina, cualquier policía y cualquier autoridad os hablará en estos idiomas. Algunas palabras y su pronunciación que merecen la pena conocer antes de viajar a Marruecos:
Salamo Alikom: Hola;
Shukrán: Gracias;
Gued-da: Mañana;
Jess-ni taxi: Quiero un taxi;
anna mush fahi: No entiendo;
ghalia katheer: Es muy caro...
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Llegada a Algeciras. |
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Preocupación en la salida de los ferrys. |
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Dentro del ferry que me llevó a Tanger Med. |
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Pequeño barco acompañando la maniobra del ferry. |
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Típico Grand Taxi marroquí. |
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Leyendo en el tren nocturno a Marrakech, en la litera. |
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Hora y andén de salida del tren. |
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Llegada a Marrakech. |
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Típico en Marruecos. |
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Calles dell mercado de Marrakech. |
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Lugar donde compré pan. |
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Maletero amarrado camino de Asni. |
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La forma de echar el Té para que salga espuma. |
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Lugar donde compré carne para que me la cocinaran. |
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Cocinandome la carne que compré. |
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Amigos de Asni. |
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Puesto de agua y frutas en Asni. |
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Camino de Imlil en un Grand Taxi siete personas. |
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Dejando atrás las nevadas cumbres. |
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Bajando hacia Imlil |
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Cerca de Imlil se encuentra Aremd. |
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Las cumbres todavía desde lejos del Alto Atlas nevadas. |
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Aremd con sus cumbres nevadas. |
Explorar al aire libre en compañía añade emoción y lazos duraderos. Juntos, la naturaleza se convierte en el escenario perfecto para descubrir, reír y crear recuerdos inolvidables.
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