Me gusta la fotografía.

Me gusta la fotografía porque es una manera de capturar la vida y de expresar la parte artística de mi ser. Entre mas fotografías tomo,mas analítico me vuelvo y mi creatividad crece. Me gusta la fotografía porque atrapa el momento, el instante. Es el aquí y ahora. Es la captura, muchas veces, de escenas irrepetibles; la captura de lo que me parece bello, de lo que me gusta, de lo que me llama la atención. Porque es la memoria de un instante irrepetible. Porque al lado de cada imagen hay una historia personal, un sentimientos, unas circunstancias que nos llevaron allí, y no a otro lugar. Porque nuestro cerebro, con el tiempo, deforma los recuerdos. Porque nos devuelve a nuestras raíces, a nuestra familia, a nuestros amigos, a un viaje… En definitiva: a nuestros sentimientos más íntimos, a un trocito de nuestra vida que parecía olvidado. Al volver a la imagen, nuestra memoria, vuelve a recuperarse, a sentirse libre. Vuelve a ese momento, a ese lugar. Las vivencias reaparecen en “nuestro archivo escondido” y recuperamos una parte de nuestra alma.

Para mi salir con la cámara es una puerta a la libertad. Salgo con ella a los lugares que me gustan sin necesidad de que nadie me acompañe. Es una manera de sentir independencia. Por otra parte percibo que es una forma distinta de mirar lo que hay a nuestro alrededor. Uno se conecta con lo más íntimo del afuera desde lo profundo del ser. Volver a casa y poder compartirlas en este blog es otro de los grandes placeres. Al menos yo siento que en general la gente responde con lo que asocia a la imagen y no tanto por la perfección de la foto, esto va creando una empatía que nos sostiene unos a otros.

- Mi primer intento de hacer panorámicas -