Lesionado: La nota que nunca quise recibir.

Un aviso iba incluido en mi nombre. Si hubiera sabido leerlo hubiera podido deducir que todo era una trampa del destino, una jugarreta más de las suyas, esas que tanto le divierten y que tan lejos se encuentran del humor humano...

Esta entrada la publique el 1 de Octubre, por primera vez desde que tengo el blog, no quería ponerme en frente del teclado pues no sabía muy bien como expresarme y se me ocurrió poner la imagen de "Game Over" y dejarlo ahí. Hoy, poco más de dos semanas después he vuelto a entrar en el blog, tras algunos mensajes privados, me doy cuenta que la entrada no llevaba mi sello, ese toque personal que tiene cada persona cuando se expresa con sinceridad. Hoy he entrado porque echaba de menos escribir y resulta que lo que falta en esta entrada son letras, así que voy a editarla en vez de crear otra e intentar completarla y aclararla un poco.

Supongo que todos nos hemos sentidos incomprendidos alguna vez, más de niños que de mayor, de no saber contagiar nuestros sentimientos a los demás. Mas o menos eso es lo que me ha pasado, vivimos en una sociedad con unos estándares muy definidos, por ejemplo; si tienes una relación de pareja durante un año y se rompe el lazo, la gente se compadece y sienten pena, si tienes un trabajo y no cobras unos cuantos meses, la gente se vuelve a compadecer y sienten rabia, pero si le dedicas unos meses de tu vida a entrenar para competir en unas cuantas carreras y te rompes antes de llegar a ellas se crea un vació, indiferencia, aunque tu sientas pena y rabia al mismo tiempo. Yo para bien o para mal, ya he pasado por los tres ejemplos anteriores, aunque esta entrada va destinada al último de ellos, al que tiene "menos importancia", al de romperse antes de unas cuantas carreras.

No voy a entrar en muchos detalles, me cuesta mucho trabajo reflejar palabras negativas, no creo que nadie pueda encontrar algo negativo en este blog, siempre han sido palabras y hechos positivos, aunque hoy no me encuentro muy positivo. El Viernes 27 de Septiembre acompañe a una persona (la conocí en el foro de TRM) que hasta el momento no conocía pero que trasmitía unas sensaciones tan sanas que no me cabía duda de que haríamos buenas amistades, a correr la I Ultra Trail Sulayr, yo lo correría sin dorsal, corriendo sin presiones y demostrando que no hay que pagar 65 euros para correr acompañado de buena gente por el monte. Hacia una mañana preciosa, el helor a tierra mojada y los pocos rayos reflejados en las montañas bajo la sombra de los nubarrones eran inspirador, el cuerpo te pedía perderte por senderos, en solitario, me parecía que iba a ser un buen entrenamiento para el Ultra Trail Valle del Genal, en un entorno privilegiado como es Sierra Nevada.

Parte del grupo TRM, entre ellos Antonio (mi compañero), Curro, Silvia y su marido.

A veces la vida es cruel, no le  busques explicación, es así de simple, me hice un esguince de grado tres, aun sigo escuchando el crujido del tobillo por las noches, tu ya lo sabrás, pero las cosas malas nunca vienen solas, no tenía dorsal así que tuve que buscarme la vida para volver a la localidad de Abrucena, donde terminaba la prueba, además de esperar unas cuantas largas horas a que mi compañero terminara la carrera, agradecer a unos chavales que venían desde Elche acompañando a un amigo que también participo en la carrera, aprovecho para felicitarlo pues según él quedo en un sorprendente 5 puesto. Al principio entre un paracetamol que me dieron y los últimos metros de los corredores, me encontraba bien, pero viendo la llegada de los "más sufridos" al llegar a meta donde lo esperaban los familiares, no podía evitar emocionarme... felicidad... mas bien tristeza hasta que por fin llegó mi compañero Antonio.

Ya en Vélez-Málaga me hice las radiografias pertinente, sin hueso roto, me pusieron una férula para inmovilizar el tobillo y antiinflamatorios, pero nunca me los tomé, a los 6 días cambie de tratamiento, las noches eran muy incomodas por el dolor, no podía ponerme hielo ni darme masajes, además notaba que la circulación no iba bien, así que me lo quite, creo que me sentó bastante bien. Ya han transcurrido 3 semanas desde aquel día, sigo sin correr, ya he asumido que no podré participar ni en la UTVG, ni en Jarapalos, ni en Albuñuelas aunque haya entrenado mucho y bien para ello. Ahora comprenderás porque no quería hablar de este tema, algo que se había convertido tan importante para mi como es el correr, pero tan insignificante en esta Sociedad, tristemente llena de drama en la que vivimos en la actualidad.

Es curioso como un deporte, una actividad se puede convertir en el pilar de tu vida, desde entonces todo ha ido cuesta abajo... pero eso es otro tema. Como el mensaje de la foto refleja, al final todo es un juego, la vida en general lo es, espero pronto poder echar otra moneda para jugar otra partida, mientras tanto, me lo sigo creyendo. Seguramente no sea mi mejor entrada, pero he intentado que se parezca a ella.

Imagen de mis pies a las dos semanas del esguince.