Valle Chamonix: Glaciar de Argentière

En el Valle de Chamonix hay decenas de sitios y lugares a los que dedicarle una jornada de esfuerzo, uno de ellos es el glaciar de Argentière. Para llegar hasta el, si venimos desde la localidad de Chamonix, hay que tomar el autobús número 2, hasta la estación del telecabina Les Grands Montets, a la entrada del pueblo de Argentière. Desde el mismo aparcamiento encontramos un panel y señales que nos marcan la dirección del sendero que sube hasta la estación intermedia de La Croix de Lognan (1.975m), dejando a nuestra derecha el edificio de la de la propia estación de esquí. La subida se realiza caminando por una pista amplia, paralelos en todo momento al torrente de Les Aillires, que tributa al río Arve y el desnivel superado es de unos 1.000 metros.


Desde la estación intermedia siguen las señales en dirección Sur hasta el Point de Vue, un mirador del glaciar, pasando cerca del Chalet de Lognan (refugio), que tiene una espectacular terraza hacia la lengua del Glaciar. La primera impresión al llegar al mirador es de grandeza, los seracs de hielo nos dejarán boquiabiertos, la punta del glaciar parece haber sido cortada con un cuchillo. Estamos ante uno de los glaciares más espectaculares de Alpes, nace a 3.000 metros de altitud, y hace apenas 2 siglos la lengua llegaba al pueblo que le da nombre.


El espectáculo es asombroso sobre todo por las dimensiones de la vista, y por las formas caprichosas y quebradas que tiene el glaciar. Estamos presenciando una masa de hielo de millones de años, enmarcado en un circo entre grandes montañas. Aunque la climatología no me acompañó, durante el camino y desde el mirador se puede observar los picos de l'Aiguille du Chardonet como primer pico gigantesco a nuestra izquierda, l'Aiguille d'Argentiere en segundo plano también a la izquierda, a la derecha se ven l'Aiguille des Grands Montents y al fondo el Mont Dolent.


No es suficiente con quedarse en el mirador, hay que avanzar para pasar de la roca al hielo. Desde que pisamos el hielo, nos separan unos 5 kilómetros del Refugio de Argentière, era mi objetivo llegar hasta el, pero el día se cerró y empezó a nevar, el tiempo por la tarde empeoraría, así que tras 1 kilómetro más o menos decidí darme la vuelta. Estas formaciones de hielo están vivas, y en constante movimiento, es normal estar escuchando crujidos, forma parte del espectáculo. Para andar por el Glaciar he utilizado los crampones de zapatillas Climbing Technology Ice Traction.


Es imposible describir con palabras, todo el paisaje es un sentimiento. Como diría Unamuno: "El sentimiento por la Naturaleza es la más refinada expresión de la Civilización. El cuerpo se limpia y restaura con el aire sutil de las alturas, y el alma se limpia y restaura con el silencio de las cumbres".



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